sábado, 25 de diciembre de 2021

¿Creyente o discipulo?

Mateo 28:16-20


La gran comisión

16 Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. 17 Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. 18 Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:

—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

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El Señor resucitado se apareció a sus discipulos en un monte no mencionado de Galilea. Que maravillosa reunion ! Sus padecimientos ya habian pasado para siempre ! El vivia y ellos tambien vivirían ! Ellos le adoraron, aunque habia dudas en las mentes de algunos (v17).

Precisamente el énfasis de esta lectura se basa en aquellos que aún dudan. Jesús nos mandó a hacer discípulos, no a ser solo creyentes, ni adeptos o religiosos, sino más bien nos mando a predicar el evangelio a toda criatura como dice la Biblia en Marcos 16:15-18

El problema de nuestras Iglesias es que muchos están convencidos de que Jesucristo es el Señor, están convencidos de que Jesucristo salva y que viene pronto, están convencidos de que Jesucristo sana, restaura, bendice, pero no están completamente comprometidos con el Señor como para vivir una vida coherente a las Enseñanzas; y por esta razón es que vemos a personas que hoy están en las iglesias y mañana ya no están, cambian fácilmente de manera de pensar, les da lo mismo ir o no ir a la iglesia, viven bajo su libre albedrío, ya que ellos deciden lo que quieren creer y lo que no, lo que quieren vivir y lo que no, esto es falta de compromiso y una vida centrada en el yo de la persona.

Hay personas que piensan y creen que en sus casas Dios los puede bendecir como en la iglesia, y creen eso porque ellos dicen que son creyentes, pero la verdad es que Creyente puede ser cualquiera. Hasta el diablo puede ser un creyente, eso lo dice la Biblia: Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan(Santiago 2:19, RVR1960) creyentes son: los católicos, los mormones, los testigos, los espiritistas, creyentes pueden ser hasta los ateos, porque ellos creen en sus razonamientos, en sus filosofías ateístas. Dios no quiere únicamente creyentes, el corazón de Dios va mas allá que eso, el quiere discípulos. Discípulo significa: Apóstol, maestro, evangelista,  ministro, embajador, mensajero, Etc. Dios espera de nosotros resultados, Recordemos "Por sus frutos los conocereis".

Veamos algunas diferencias 

1. El Creyente espera panes y peces, el discípulo, es un pescador. La tarea principal de la mayoría de los creyentes es consumir lo que el reino de Dios ofrece, pero pocas veces por no decir nunca se ponen a la disposición del Señor, en otras palabras, les gusta recibir, pero no sienten el gozo de dar, y además viven contentos con lo que piensan que son y con lo que hacen y se incomodan dramáticamente si tienen que dejar su confort. La Biblia dice: No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12: 2, RVR1960)

2. El creyente lucha por crecer, El discípulo por multiplicar. El creyente común, casi nunca piensa en los demás, la mayoría del tiempo esta pensando en si mismo, piensa ¿Qué puedo obtener de esto? ¿En que me va a beneficiarme este asunto? El discípulo se reproduce siguiendo solo un pensamiento, el de compartir con los demás todo lo que recibe, compartiendo las experiencias que obtiene en el Señor con todos aquellos que necesitan una palabra.

3. El creyente se gana, El discípulo se hace. Una vez dijo el evangelista Billy Graham: cuesta un 10% de esfuerzo ganar una persona para cristo, pero cuesta 90% de esfuerzo que permanezca en Cristo. En otras palabras, a los creyentes hay que empujarlos, rogarles, y animarlos permanentemente. 

4.  El creyente depende en gran parte de la leche materna. El discípulo se ha destetado para servir. La mayoría de los creyentes esperan que el lider/pastor se haga responsable de su crecimiento, de su vida devocional, de su ministerio y que los cuide como ellos determinen, pero el discípulo se levanta y levanta un ministerio en el poder del Espíritu de Dios. 

5.  El creyente busca siempre los halagos, El discípulo el sacrificio vivo. La Biblia dice: Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. (Romanos 12: 1, RVR1960si dentro del cristianismo no estuviéramos tan preocupados por los reconocimientos personales, ya nos hubiéramos ganado nuestras ciudades y hasta el mundo para Cristo.

6. El creyente puede caer en la rutina; el discípulo es revolucionario. Uno de los peligros del creyente es quedarse atascado en los triunfos y victorias del pasado, viviendo de los recuerdos de lo que hizo en la iglesia, cuando se convirtió a Cristo; de la buena relación que tuvo con el pastor; de los ministerios que desarrolló; pero todo ello pertenece al pasado y lo habla y lo comenta para ser escuchado; oído y apreciado; El discípulo sin embargo busca y acepta los cambios y avances en ministerio para obra del señor y el ministerio que ha recibido de Dios.

7.  El creyente busca que lo animen, que lo motiven y lo reconozcan. El discípulo busca animar y aprecia el trabajo de sus hermanos. Lamentablemente en muchas congregaciones hay personas que están o andan buscando experiencias qué los animen, que los llenen, que les levanten el ánimo, y cuando en la Iglesia donde están ya no llenan esas expectativas, buscan otra, y mañana cuando ya no llene las expectativas será otra, entonces andarán de Iglesia en Iglesia.

8.  El creyente espera que le asignen tareas para servir a Dios: en otras palabras, esta como el empleado que se le dice que haga algo y cuando termina, este se queda esperando que le den otra asignación y si alguíen le pregunta por que no esta trabajando es culpa del jefe que no le dio nada que hacer. El Discípulo esta listo para encontrar un ministerio; multiplicarlo y no deja de servir. El discípulo esta orientado de esta manera. Busca identifica las necesidades de las personas en su ministerio y encuentra maneras de solucionarlas, proveerlas y ora por ellas al proveedor celestial. Sabe que Dios lo ha bendecido con dones especiales para solucionar esas necesidades. No se queda esperando que alguien adivine sus necesidades o las de su ministerio o se queda esperando molesto por que no lo toman en cuenta. Se entrena constantemente con la palabra de Dios, en la oración y aprovecha los recursos que tiene para el servicio y gloria de Dios.

9.  El Creyente murmura y reclama, critica a sus líderes; ataca si le dan la oportunidad y se mantiene resentido y forma una familia de resentidos con las cosas de Dios. El Discípulo obedece a sus lideres, trabaja para la gloria de Dios y se niega así mismo. Estoy seguro que unos de los pecados que mas daño a hecho a la iglesia de Jesucristo, a sido el pecado de la “Murmuración y el chisme como dice Hechos 6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios.  En este pasaje se dice que en la Iglesia Primitiva ya había murmuración de parte de los Hermanos: Yo me imagino que decían: ¿solo a esa Iglesia le ayudan y a nosotros no? El Discípulo debe de estar comprometido a nunca hablar mal de ninguna persona, hable con la persona, frente a frente y en espíritu de redención. Por estas razones el Señor Jesucristo no quiso hacer creyentes sino discípulos y lo dice muy claro en el capitulo 28 de mateo del 16-20

Reflexion final:

¿Que estamos haciendo nosotros para llevar a cabo su último mandamiento?
















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