lunes, 27 de diciembre de 2021

Jesus y sus Discipulos. 1 ( Compasión y defensa)

Mateo 12 :1, 2, 7



Por aquel tiempo pasaba Jesús por los sembrados en sábado. Sus discípulos tenían hambre, así que comenzaron a arrancar algunas espigas de trigo y comérselas.  Al ver esto, los fariseos le dijeron:
—¡Mira! Tus discípulos están haciendo lo que está prohibido en sábado
Si ustedes supieran qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”, no condenarían a los que no son culpables.

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Las enseñanzas del Maestro siempre han traído y trerán controversias y los desenlaces nos sorpenden por la profundidad de sus pensamientos.

En este caso Jesus hablaba con los fariseos respecto a los rituales y la misericordia.

Para entrar en contexto, el dia sabado era considerado sagrado por la Ley (Exodo 20:8-11), refiere a descansar el 7° dia, pero la ley del sábado era una ley diferente a las otras 9 leyes, esta era una ley ceremonial, mientras que las otras eran leyes morales. Pero si observamos en el nuevo testamento, la prohibición de trabajar un sábado nunca fue dada para aplicar a estas 3 situaciones: Servicio a Dios (Mateo 12:5). Acciones de necesidad (Mateo 12:3) y acciones de misericordia (Mateo 12:11-12).

Hoy bajo la Gracia, el único mandamiento que NO se nos pide a los creyentes es el de guardar el sábado, mas bien Pablo nos enseña que el Cristiano no puede ser condenado por no guardarlo (Colosenses 2:16)

Un sábado en particular Jesús y sus discipulos estaban paseando entre los sembrados, como sus discipulos tuvieron hambre, comenzaron a arrancar espigas  y a comer. Aunque la ley permitía comer de un sembrado ajeno, si se hacía con la mano (Deut 23:25), no era robar, pero los fariseos adujeron que eso era trabajar (cosechar, frotar y separar el grano antes de llevar a la boca) y no debia hacerse un sábado.

Jesús respondió a sus ridículas quejas recordándoles otros casos como el de David ( que debió comer del pan destinado  solo a los sacerdotes) cuando por causa de la injusta persecución que estaba sufriendo no tenía otra opción para saciar su hambre). No era culpa de David que una nación pecaminosa lo hubiera rechazado y él hubiera tenido que huir. Ahora veamos la analogía con Jesus, Él era el rey de Israel, largamente anunciado, pero el pueblo no quería reconocerlo como soberano; si realmente hubiera sido colocado en el lugar que le correspondía por derecho seguramente sus discipulos no habrian tenido necesidad de obtener su alimento de la manera que lo hicieron.

La cuestion es que los fariseos nunca habian conocido el corazon de Dios, aunque en Oseas 6:6 el Todopoderoso dijo: Misericordia quiero, y no sacrificio.

Esto significa claramente que Dios pone la compasion delante de lo ritual.

Él prefería ver a su pueblo recogiendo trigo para saciar su hambre un sábado que observar el dia infringiendo sufrimiento físico innecesario.

Si los fariseos se hubiesen dado cuenta de este sencillo hecho, no habrían condenado a los discípulos. Pero ellos valoraban la inflexibilidad por encima del bienestar del projimo.

Al contrario....Jesus tuvo compasion por sus discipulos al verlos con una necesidad fisica.

¿Que hubieras hecho vos en lugar de Jesus?, quizas le hubieras llamado la atencion a los discipulos? diciendo que no era de buen testimonio hacer eso? (al menos delante de los fariseos)

Fijate que a Jesús no le importó eso, el protegió a sus discipulos del ataque de los fariseos priorizando la compasión por sobre lo ritual.

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Reflexion:

¿Luchas frecuentemente con el legalismo?

¿Condenamos a veces con nuestras palabras a aquellos que No son culpables?

¿Estas dispuesto a cambiar tus prioridades ante un imprevisto de alguien que necesita tu ayuda?








sábado, 25 de diciembre de 2021

¿Creyente o discipulo?

Mateo 28:16-20


La gran comisión

16 Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. 17 Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. 18 Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:

—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

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El Señor resucitado se apareció a sus discipulos en un monte no mencionado de Galilea. Que maravillosa reunion ! Sus padecimientos ya habian pasado para siempre ! El vivia y ellos tambien vivirían ! Ellos le adoraron, aunque habia dudas en las mentes de algunos (v17).

Precisamente el énfasis de esta lectura se basa en aquellos que aún dudan. Jesús nos mandó a hacer discípulos, no a ser solo creyentes, ni adeptos o religiosos, sino más bien nos mando a predicar el evangelio a toda criatura como dice la Biblia en Marcos 16:15-18

El problema de nuestras Iglesias es que muchos están convencidos de que Jesucristo es el Señor, están convencidos de que Jesucristo salva y que viene pronto, están convencidos de que Jesucristo sana, restaura, bendice, pero no están completamente comprometidos con el Señor como para vivir una vida coherente a las Enseñanzas; y por esta razón es que vemos a personas que hoy están en las iglesias y mañana ya no están, cambian fácilmente de manera de pensar, les da lo mismo ir o no ir a la iglesia, viven bajo su libre albedrío, ya que ellos deciden lo que quieren creer y lo que no, lo que quieren vivir y lo que no, esto es falta de compromiso y una vida centrada en el yo de la persona.

Hay personas que piensan y creen que en sus casas Dios los puede bendecir como en la iglesia, y creen eso porque ellos dicen que son creyentes, pero la verdad es que Creyente puede ser cualquiera. Hasta el diablo puede ser un creyente, eso lo dice la Biblia: Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan(Santiago 2:19, RVR1960) creyentes son: los católicos, los mormones, los testigos, los espiritistas, creyentes pueden ser hasta los ateos, porque ellos creen en sus razonamientos, en sus filosofías ateístas. Dios no quiere únicamente creyentes, el corazón de Dios va mas allá que eso, el quiere discípulos. Discípulo significa: Apóstol, maestro, evangelista,  ministro, embajador, mensajero, Etc. Dios espera de nosotros resultados, Recordemos "Por sus frutos los conocereis".

Veamos algunas diferencias 

1. El Creyente espera panes y peces, el discípulo, es un pescador. La tarea principal de la mayoría de los creyentes es consumir lo que el reino de Dios ofrece, pero pocas veces por no decir nunca se ponen a la disposición del Señor, en otras palabras, les gusta recibir, pero no sienten el gozo de dar, y además viven contentos con lo que piensan que son y con lo que hacen y se incomodan dramáticamente si tienen que dejar su confort. La Biblia dice: No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12: 2, RVR1960)

2. El creyente lucha por crecer, El discípulo por multiplicar. El creyente común, casi nunca piensa en los demás, la mayoría del tiempo esta pensando en si mismo, piensa ¿Qué puedo obtener de esto? ¿En que me va a beneficiarme este asunto? El discípulo se reproduce siguiendo solo un pensamiento, el de compartir con los demás todo lo que recibe, compartiendo las experiencias que obtiene en el Señor con todos aquellos que necesitan una palabra.

3. El creyente se gana, El discípulo se hace. Una vez dijo el evangelista Billy Graham: cuesta un 10% de esfuerzo ganar una persona para cristo, pero cuesta 90% de esfuerzo que permanezca en Cristo. En otras palabras, a los creyentes hay que empujarlos, rogarles, y animarlos permanentemente. 

4.  El creyente depende en gran parte de la leche materna. El discípulo se ha destetado para servir. La mayoría de los creyentes esperan que el lider/pastor se haga responsable de su crecimiento, de su vida devocional, de su ministerio y que los cuide como ellos determinen, pero el discípulo se levanta y levanta un ministerio en el poder del Espíritu de Dios. 

5.  El creyente busca siempre los halagos, El discípulo el sacrificio vivo. La Biblia dice: Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. (Romanos 12: 1, RVR1960si dentro del cristianismo no estuviéramos tan preocupados por los reconocimientos personales, ya nos hubiéramos ganado nuestras ciudades y hasta el mundo para Cristo.

6. El creyente puede caer en la rutina; el discípulo es revolucionario. Uno de los peligros del creyente es quedarse atascado en los triunfos y victorias del pasado, viviendo de los recuerdos de lo que hizo en la iglesia, cuando se convirtió a Cristo; de la buena relación que tuvo con el pastor; de los ministerios que desarrolló; pero todo ello pertenece al pasado y lo habla y lo comenta para ser escuchado; oído y apreciado; El discípulo sin embargo busca y acepta los cambios y avances en ministerio para obra del señor y el ministerio que ha recibido de Dios.

7.  El creyente busca que lo animen, que lo motiven y lo reconozcan. El discípulo busca animar y aprecia el trabajo de sus hermanos. Lamentablemente en muchas congregaciones hay personas que están o andan buscando experiencias qué los animen, que los llenen, que les levanten el ánimo, y cuando en la Iglesia donde están ya no llenan esas expectativas, buscan otra, y mañana cuando ya no llene las expectativas será otra, entonces andarán de Iglesia en Iglesia.

8.  El creyente espera que le asignen tareas para servir a Dios: en otras palabras, esta como el empleado que se le dice que haga algo y cuando termina, este se queda esperando que le den otra asignación y si alguíen le pregunta por que no esta trabajando es culpa del jefe que no le dio nada que hacer. El Discípulo esta listo para encontrar un ministerio; multiplicarlo y no deja de servir. El discípulo esta orientado de esta manera. Busca identifica las necesidades de las personas en su ministerio y encuentra maneras de solucionarlas, proveerlas y ora por ellas al proveedor celestial. Sabe que Dios lo ha bendecido con dones especiales para solucionar esas necesidades. No se queda esperando que alguien adivine sus necesidades o las de su ministerio o se queda esperando molesto por que no lo toman en cuenta. Se entrena constantemente con la palabra de Dios, en la oración y aprovecha los recursos que tiene para el servicio y gloria de Dios.

9.  El Creyente murmura y reclama, critica a sus líderes; ataca si le dan la oportunidad y se mantiene resentido y forma una familia de resentidos con las cosas de Dios. El Discípulo obedece a sus lideres, trabaja para la gloria de Dios y se niega así mismo. Estoy seguro que unos de los pecados que mas daño a hecho a la iglesia de Jesucristo, a sido el pecado de la “Murmuración y el chisme como dice Hechos 6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios.  En este pasaje se dice que en la Iglesia Primitiva ya había murmuración de parte de los Hermanos: Yo me imagino que decían: ¿solo a esa Iglesia le ayudan y a nosotros no? El Discípulo debe de estar comprometido a nunca hablar mal de ninguna persona, hable con la persona, frente a frente y en espíritu de redención. Por estas razones el Señor Jesucristo no quiso hacer creyentes sino discípulos y lo dice muy claro en el capitulo 28 de mateo del 16-20

Reflexion final:

¿Que estamos haciendo nosotros para llevar a cabo su último mandamiento?
















viernes, 17 de diciembre de 2021

Por sus frutos los conocereis...

 

Por sus frutos los conocereis.

A los ojos del mundo, y de muchos creyentes, denunciar la falsa doctrina es sinónimo de soberbia, de legalismo, de falta de amor, misericordia, de compasión y de amor por el prójimo. Sin embargo, la escritura enseña otra cosa; Nuestro gran desafío como creyentes es seguir la Verdad de Dios en amor, no sacrificar la verdad en nombre de un falso amor que no reprende, que no confronta, que no dice la verdad….



Allí donde se enseñan las estrictas demandas del verdadero discipulado, también aparecen las falsas doctrinas que incitan al paso a través de puerta ancha y el camino fácil, diluyendo la verdad. (Recordemos la parábola del trigo y la cizaña) Mateo 13:24-43

Son los que profesan hablar de parte de Dios y vienen con disfraz de oveja, dando la apariencia de ser verdaderos creyentes pero no lo son; por dentro son lobos rapaces, incrédulos, depredadores de aquellos que se acercan a la fe pero son inmaduros e inestables.

16 Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? 17 Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. 18 Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno.

Los versículos 16-18 tratan acerca de la detección de los falsos profetas: por sus frutos los conoceréis. Sus vidas licenciosas y enseñanzas destructivas los traicionan.

La vida y la enseñanza de los que pretenden hablar de parte de Dios deberían ser puestas a prueba por la Palabra de Dios.

EL peligro de malinterpretar: “No juzgues, para que no seas juzgado”

Uno de los versos más mal utilizados de la Biblia es: «No juzgues, para que no seas juzgado» (Mateo 7:1). Cada versículo de la Escritura debe ser leído en su contexto. En el versículo 2-5 de este mismo capítulo es evidente que el versículo 1 se refiere al juicio hipócrita. Un hermano que tiene una viga en su propio ojo no debe estar juzgando al hermano que puede tener un grano de arena en su ojo. La lección es clara; no se puede juzgar a otro por su pecado a menos que hayas confesado y abandonado ese pecado.

Aquellos que apelan a «No juzguéis, para que no seáis juzgados», para condenar a los que exponen el error, deben leer todo el capítulo: «Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-16).

¿Cómo podemos conocer a los falsos profetas a menos que los juzguemos por la Palabra de Dios? ¿El Señor quiere decir que no debemos juzgarlos por su modo de vida y su doctrina? Ciertamente no, porque no se puede saber sin juzgar, es decir, comprobar a través de lo que la Biblia enseña.

Por otra parte, Jesús nos dice: « No juzguen por las apariencias; juzguen con justicia» (Juan 7:24). Aquí nuestro Señor manda que juzguemos basados en la Palabra de Dios. Si se juzga por cualquier otra razón, diferente de la Palabra de Dios, es una violación de Mateo 7:1.

Aquellos que no están dispuestos o son incapaces de discernir o juzgar entre el bien y el mal, revelan de esta manera su desobediencia a Dios o su falta de conocimiento de la Escritura. La Biblia nos dice que el Espíritu dice explícitamente que en tiempos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios (1 Timoteo 4:1-3).

Cuando permitimos a los falsos maestros difundir libremente sus doctrinas venenosas, porque los cristianos no tienen el coraje de exponerlas como lo hicieron Jesús y Pablo,  los lobos con piel de oveja estarán habilitados para saquear al rebaño, destruyendo así a muchos y enviándolos a la condenación eterna.

Jesús dijo a los fariseos religiosos, «¡Generación de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos, hablar cosas buenas porque la boca habla de la abundancia del corazón» (Mateo 12:34). Para muchos evangélicos y algunos fundamentalistas hoy en día, esto sería un lenguaje inaceptable, porque para ellos es decirlo sin amor y cruelmente, pero estas palabras proceden directamente de la boca del Hijo de Dios. Lo más amoroso que podemos ser es decirle a la gente la verdad – y conocerás la verdad, y la verdad os hará libres (Juan 8:32).

Hoy en día, estos falsos maestros han entrado en las iglesias con sus libros, música, literatura, películas, psicología y sus discursos, y han convertido la casa del Padre en una cueva de ladrones.

Es hora de que los hombres de Dios se levanten y expongan sus errores para que todos los vean. Jesús tomó acción y trató con ellos cuando limpió el templo. Jesús les dijo: «Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones. Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.» (Marcos 11:17)

La Biblia nos dice que debemos ponerlos a prueba. «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus, si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo» (1 Juan 4:1). Todo aquel que se llama cristiano necesita ser probado por la Palabra de Dios.

Debemos tener cuidado y evitarlos. «Les ruego, hermanos, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra de lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos» (Romanos 16:17). Aquellos cuya conducta y enseñanza contradicen la Palabra de Dios que debemos que tener cuidado y evitar estrictamente.

No debemos tener nada que ver con ellos. «No tengan nada que ver con las obras infructuosas de las tinieblas; al contrario, denúncienlas» (Efesios 5:11). Se nos ordena no tener nada que ver con estos falsos maestros, profetas, apóstoles, etc., sino que debemos exponerlos. No debemos callarnos, sino seguir la advertencia de Pablo a Tito, debemos apegarnos a la palabra fiel, según la enseñanza que recibió, de modo que también pueda exhortar a otros con la sana doctrina y refutar a los que se opongan (Tito 1:9). ¿Cómo podemos obedecer las Escrituras a menos que expongamos a los falsos maestros por medio de la Palabra de Dios?

No debemos recibirlos en nuestra casa. «Si alguien los visita y no lleva esta enseñanza, no lo reciban en casa ni le den la bienvenida, 11 pues quien le da la bienvenida se hace cómplice de sus malas obras» (2 Juan 1:9-11). Juan está hablando de aquellos que no permanecen en la enseñanza de Cristo. Tenemos que recordar que las falsas doctrinas no sólo nos son traídas por falsos ministros, sino también por aquellos que vienen llamando a nuestras puertas enseñando un evangelio falso, a través de la radio, la televisión, la música y la literatura. Las personas que están desinformados dejan que estos falsos maestros entren en su casa sin el conocimiento del peligro que se avecina.

Debemos tener cuidado de los que predican un evangelio diferente. Pablo advirtió acerca de aquellos que predican «otro Jesús…otro espíritu…u otro evangelio» (2 Corintios 11:4). ¿Cómo podemos saber a menos que juzguemos su Jesús, su espíritu y su evangelio por la Palabra de Dios? Pablo llamó a tales predicadores de “falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo» (2 Corintios 11:13). Él explica en el versículo 14-15 que estos predicadores son los ministros de Satanás y su fin será conforme a sus obras.

Debemos separarnos de ellos. «Por tanto, salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré» (2 Corintios 6:17). Esto se hace muy simple; el pueblo de Dios debe salir de la apostasía y del error religioso.

Muchos creen equivocadamente que es incorrecto exponer el error y nombrar a los maestros culpables; pero como hemos visto hasta ahora, la Biblia enseña lo contrario.

Pablo nombró a Pedro públicamente. Pedro era culpable de prácticas no bíblicas. Como resultado, “los demás judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita” (Gálatas 2:13). Cuando la integridad y la pureza del evangelio están en juego, nosotros, como verdaderos cristianos, no tenemos más remedio que exponer el error y nombrar al culpable.

Pablo nombró a Demas por amar el mundo. «Pues Demas, por amor a este mundo, me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica» (2 Timoteo 4:10). Los que abandonan la causa de Cristo para la vida y los placeres mundanos deben ser identificados y expuestos.

Pablo nombró a Himeneo y a Fileto. Le dijo a Timoteo: «Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad. 16 Evita las palabrerías profanas, porque los que se dan a ellas se alejan cada vez más de la vida piadosa, 17 y sus enseñanzas se extienden como gangrena. Entre ellos están Himeneo y Fileto, 18 que se han desviado de la verdad. Andan diciendo que la resurrección ya tuvo lugar, y así trastornan la fe de algunos» (2 Timoteo 2:15-18).

La falsa doctrina perturba la fe de algunos, por lo que los que la proclaman deben ser expuestos, si no, la falsedad se extiende como gangrena.

Como leemos en el Antiguo Testamento, Natán también identificó y expuso al rey. Había un hombre en un lugar muy alto que era un adúltero secreto. Seguramente este hombre que ocupaba el más alto cargo en la tierra no podía ser reprendido por un profeta humilde e impopular. Sin embargo, Natán fue directamente a la presencia de David, reveló el pecado en forma de parábola, y luego le dijo al enfurecido David: «Tú eres ese hombre» (2 Samuel 12:7).

Obviamente necesitamos estar seguros de nuestros datos cuando hacemos esto y también presentar estos cargos sólo si está motivado por una preocupación genuina por los que se pueden desviar de la Verdad, si no hablamos. Debemos tener cuidado con los «falsos maestros… que en secreto traerán herejías destructivas» (2 Pedro 2:1). 

Los mensajeros fieles advierten a las ovejas de estos herejes, y los identifican por su nombre. No es suficiente dar una idea general de su identidad, porque los corderos jóvenes no entenderán y serán destruidos por estos lobos si no tenemos el coraje de exponerlos.

Tenemos que disciplinarnos en el estudio de la palabra de Dios para protegernos de los falsos profetas. 

Seamos como los ciudadanos de Berea, que examinaban las Escrituras todos los días para ver lo que el apóstol Pablo dijo era la verdad. (Hechos 17:11)


lunes, 6 de diciembre de 2021

El costo de un verdadero discipulo.

El costo de un verdadero discipulo. 


 Mateo 10:35-39 

35 Porque he venido a poner en conflicto

»“al hombre contra su padre,
    a la hija contra su madre,
    a la nuera contra su suegra;

los enemigos de cada cual

    serán los de su propia familia”.

37 »El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. 39 El que se aferre a su propia vida, la perderá, y el que renuncie a[f] su propia vida por mi causa, la encontrará.

La insuficiencia de las cosas terrenales.

Jesus y la mujer samaritana. Juan 4:10 —Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua  —contestó Jesús—,  tú ...